31 de diciembre de 2006
Querido Diario: Se acaba el año y yo...
Hoy no se contar los días que han pasado de este año, pensé que eran los de su curso natural, pero no. La vida se me hizo corta... Nadie ha sabido de mi existencia jamás, nunca nadie ha llegado a conocerme. Fui mar, fui horizonte y me perdí en el futuro que ahora me embriaga pensando que no, tú no estarás aquí. Versos incompletos que me guardo en un cajón... Se me acaban los días de un año sin mas sobresaltos que los que da el corazón cuando se enamora de un mar lejano al que no poder acariciar hace daño... La balanza se inclina hacia el ínfimo dolor, sobre la última gota de sudor que desprendo por intentar ser feliz o algo que nunca llegaré a ser... Por fin acaba un año de mi vida poco agraciado, sin loterías ni amores regalados me perdí en mayo y sin darme cuenta llegó junio llevándome hacia el mar anhelado..dejándome con la miel en los labios una vez mas y septiembre me devolvió a la vida y a finales de ella me la arrebato. Ahora ando entre septiembre y diciembre debatiendo entre el saber infinito y el sentimiento derrotado de unas palabras secas, algo bastagas que lo único que hacen es resecar mi garganta ahogándome de nuevo entre litros de alcohol. Y no amanece...
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