¿Qué hacemos con nuestro corazón cuando se ha cansado de esperar?
A mi me pasa cuando después de mucho tiempo, mi mente me la juega intentando hacerme olvidar, pero allí está el rey de la casa intentado no dejar ir ese sentimiento tan fuerte, el sentimiento de darlo todo por perdido...
A menudo doy el tiempo por perdido a pesar de ser capaz de aguantar mi paciencia dentro del tiesto sin dar un grito más alto que el que des tú. Existe aún en mi ese sentimiento que no muere a pesar del tiempo y la distancia, que se ha vuelto invencible a mis poderes contra él. Pueden pasar meses sin escuchar tu voz y creo estar bien, pero a la mas mínima señal que das de vida, todo lo que me había construido hasta ahora se desmorona en mil pedazos...todo se nubla y vuelvo a un callejón sin salida en el que apenas existe luz y me doy cuenta que aunque existan otros brazos en los que despertar mis sentidos, aún sigues dominando el centro de mi vida. Y aunque estoy en un punto partida y mi camino es muy largo, me suelo preguntar si es suficiente el amor que él me da y si el tiempo será testigo de curarme este dolor.
Sé que todo va a cambiar, que ya no perjuraré contra tus remotos pasados y el entorno se me volverá borroso ahora que me siento junto a mi paciencia, la distancia, mis miedos, la incertidumbre y junto a ti; pero...
Y si el miedo me gana este pulso, ¿y si el miedo me invita a mi sola a jugar?
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