O no te enamoras nunca...
O te enamoras de esa persona porque huele muy bien, o porque te pregunta con ahínco la hora, o porque no tiene caries, o porque compartes taxi con ella, o porque completa las frases que tu empiezas, o porque te deja leer sus escritos, porque te miente, o porque no te deja llamarla, o porque pasa de tí, o porque te regala un verano falso, porque te reprocha cosas haciendo que parezca que te quiere, o porque es misteriosa y sórdida, o porque te conoce más de lo que crees, o porque te pregunta si te acuerdas de aquella noche de hace 12 meses, o porque viene y va, o porque cualquier cosa se llama como ella, o porque no tienes a nadie más con quien ir al cine, porque te obliga a mirarte al espejo, o porque le gustan tus pies, porque sabe qué quieres estudiar, o porque entra sin llamar a la puerta, o porque no te abre la puerta cuando vas a entrar tú, porque te regala un paraguas, porque no te da su dirección de casa, o porque te da suerte en septiembre, o porque no sabías que tenía hermanos, porque no te saluda al verte pasar, porque cuando tu te vas ella viene o porque te llama veinte mil veces para preguntarte la misma tontería, porque cuando te ha dicho adiós ha sonreído de manera especial...
O porque simplemente te provoca tu propio Efecto mariposa, o porque es una persona fácil de olvidar...
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