Nada es perfecto, en cierto modo siempre tenemos que dejar una cosa por otra. Según el primer principio de Economía: “los individuos se enfrentan a disyuntivas”, lo que quiere decir que nos encontramos con un coste de oportunidad. Disyuntivas donde se gana o se pierde. Quizás también podría decir que esa disyuntiva se aplica a tener a quién te rodea y sentirte solo, el ansia de encontrar el amor.
Etapas, en las que el tiempo pasa rápidamente y no hay un sábado en el que te encuentres sentada frente a la nada, el tiempo se detiene.
Disyuntivas frente a una vida poco lírica la que últimamente rodea, quizás deba hacer caso a la voz lejana “ no te esfuerces tanto, las mejores cosas suceden cuando menos te lo esperas, por casualidad” pero resulta que casualidad se ha olvidado de mí y me ha dejado en el olvido de quién quita mis horas de sueño cada noche desde hace tiempo.
Así que un día más aquí siguen las alondras despertando mis mañanas y esperando, desesperadamente que la vida me proponga una disyuntiva por la que arriesgarme...
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