Vale más callar que decir con las palabras inadecuadas lo que ahora mismo se me pasa por la cabeza, el porqué de este erizamiento de piel.
Me duele más a mi que a ti, te lo aseguro. Vivo entre la incertidumbre, entre la pesadez del temido “y si...”, de la mentira puesta en mi mente y escrita en mis labios; todo por no dejarte ir.
Escucho los consejos que me llegan cuando no quiero oír, demasiado cerca del peligro, casi rozándote la piel.
Me callo y se pierden las palabras, hoy te vuelvo a ver.
Empiezo a enemistarme con la desesperación y me pierdo de nuevo entre lo que me lleva hacia ti y lo que me aleja sigilosamente mientras no me encuentro en ningún lugar.
Se me hace todo más difícil ahora que sé que faltan más de 24h para volverte a ver.
Discípulo de lo que me quedó de una vida anterior, solo necesito saber la respuesta a esta maldita pregunta que me ronda demasiadas veces la cabeza y que esta noche no me dejó dormir, saber si es mejor así o que contigo sería capaz de pintar un nuevo camino.Y ahora me encuentro callada, esperando a que aunque sea con una mirada, se te ocurra abrirme la puerta hacia donde tu quieras, que me dejes perderme en el fondo del mar de tu mirada...
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2 comentarios:
Y es que a veces un gesto vale más, que mil caricias.
Más que palabras sinceras.
Rozale el alma... Dejate llear por los sentidos.
Guapa, más que guapa!.
Miss.
Y si no derrumba tu esa puerta con un golpe de cornea, y lánzate al agua sin taparte la nariz.
Estoy sentado al borde de la piscina.
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