24 de junio de 2007

Querido Diario: Esta habitación [Día 48]

Cuando creí que te encontrarías con los zapatos que un día perdí, hoy te volví a buscar, sin darme cuenta de que seguías ahí.
Hay días que el sol no parece amanecer, días en los que la luna se hace perezosa y sigue iluminando las pocas horas de sueño que gasto y voy acumulando, quizás esperando encontrar los zapatos y guardarlas en la caja que perdí.
Y son estos días en los que veo crecer tu presencia a mi lado y me escondo yo tambien, detrás de tu coraza, la que solo muestra unos ojos llenos de vida y con un camino por seguir. Me da miedo verme aqui, verme contigo o sin ti.
Es entonces cuando me doy cuenta de que vienes por instantes sólo para calmarme, oigo tu voz aún cuando no me puedes hablar, yaces siempre cerca, aunque no te pueda tocar. A veces el tiempo nos une, encontrándonos en el cielo, no tan cerca como tus ojos ven, como aquellos horizontes concretos y lejanos, entonces son otros horizontes los que nos unen, no el de las miradas, sino mucho más allá... Tras hablar por horas y horas, vemos que sólo segundos han pasado.
Risas y llantos, penas y alegrías, arte que nos sigue uniendo, que no se queda atrás... rozas con imágenes mi mente, tiemblo por cada toque que das,
Entre nosotros no queda el argumento... en silencio... en paz.

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