Lo sé, han pasado horas y en mis últimas noches de insomnio solo existe un pensamiento que se mezclan entre los minutos echados a perder viendo cualquier imagen en la televisión. Pero de repente nada... Son las once de la noche y me amarga el saber que aún quedan demasiadas horas para el nuevo alba, para salir corriendo mientras todas esas gotas que descargan las nubes impactan en mi cara y se mezclan con mis lágrimas.
Y es en esos amaneceres cuando me dejo llevar por la brisa, por el oleaje que me azota el cuerpo y siento mi cuerpo intacto, esperándote quizá aún.
Son las noches en las que el reloj no avanza, las noches de calor en las que yo siento el angustioso frío, mis noches de calles vacías. Y después de esas noches las madrugadas más amargas intentando dejarme engañar por Morfeo, suplicándole al oÃído que me lleve con él, me esconda y caiga en el olvido.
No lo he conseguido pero he intentado al menos alejar mi mente de ti, alejarme de todo pero siempre que miro a mi lado apareces tú con tu sonrisa y haces que olvide todas esas noches, todos esos amaneceres y sea cuando más desee dejarme llevar por la corriente y bañarme en esos mares que surcan tus ojos, a veces ajenos.
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2 comentarios:
Preciosa un beso super grande en mitad de tu moflete derecho que te cargue de energia nueva rapidamente
MUAKA!!!!!!!!!!!!!
Pilar
hay noches que nunca acaban ...
y son tremendas
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