3 de septiembre de 2007

Querido Diario: La línea que me une al universo...[Día 61]

Ya no hay mas lagrimas que gastar...
Me perdí por el camino cuando salía a buscarme por el bosque de acacias que tú me enseñaste, papá... Hoy regreso con la cabeza alta aunque perdida entre las letras que se cruzan entre tanto papel por escribir...
Cuantas palabras me callé cuando los perdones abundaban en el borde de mis labios... Y es que finalmente creo que he encontrado mi camino, el que une el silencio con un destino, que une el final con el principio... Se me acabaron los malos momentos se quedaron escondidos entre la ropa que ya no uso y con los zapatos estropeados...
Se me han gastado las suelas de tanto caminar descalza, me he sentado en el escalón y he dejado colgar las piernas intentando rozar el agua estancada por mis lágrimas aquel día... Sonríe me dice hoy el futuro, disfruta me susurra hoy el presente... olvida me grita el pasado...

Nuevos sueños que aparecen cuando aún mantengo los ojos abiertos y corro tras ellos con la intención de poderlos alcanzar...
Escribo sincera que la vida maduró el corazón que crecía en primavera y curó las heridas provocadas por el frio y duro invierno. Y es que hoy mientras me releo, una sonrisa se esboza en mi cara y me descubre un nuevo placer interior... S
e me queda cara de idiota cuando recuerdo que en tus besos me perdía y entre lágrimas decía que destrozaría tu recuerdo en pedacitos de papel y soplando sobre ellos para que se confundiesen con el cielo... E intento recomendar el repetirte una y otra vez a ti mismo que puedes no ser nada en el mundo y ser un mundo para una persona...
Y no sé como decirte que el mar no está triste para mí, que el sol ha salido en mi vida otra vez, no sé como decirte que por más que busco no te he vuelto a ver...

Porque la línea que une el día que me concibieron con el día de mi muerte es una línea recta.
Tú puedes cruzarte en mi camino perpendicularmente. En diagonal. En zig-zag. También puedes poner tu línea al lado de la mía, casi pegándose, pero no tanto como para no poder diferenciarlas. No quiero que estés encima, ni tampoco debajo, porque si no una de ella desaparecería. Si la mía desapareciera, me movería y me dibujaría en otro lugar. Si la tuya desapareciera, me costaría encontrarte y te perdería.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me he quedado con la boca abierta leyendo el último párrafo... precioso, bonito, sincero, vivido, pasional..., no sé que decir, ahí está tu línea, tu estilo, en el último párrafo. Muy bueno de verdad. Sigue por ahí.

Un besete.

Unknown dijo...

Yo solo te digo SIGUE. Por ahi o por donde te vaya dictando el corazón.


Pilar.
No esperes la respuesta y llegará. Porque venir va a venir seguro. Da tiempo al tiempo.

eFe dijo...

dicen que la linea recta es la mas corta


a veces tengo dudas

Anónimo dijo...

He entrado sin llamar. Encontré la puerta abierta...
Poco a poco la pena va disipándose. Como la neblina durante la mañana. Querrás sentir la caricia del aire en las mejillas y el cosquilleo de la luz en los ojos. Poco a poco dejará de importarte.

Saludos.