Hoy no he podido caminar, diezmil ochenta segundos, ciento sesenta y ocho horas, siete días, una semana...y para mí una eternidad.
El tiempo parece haberse parado, vago intenta continuar, el paso lento de las horas me desespera y creo ver desiertos en cada rincón de esta puta casa. No hay espacio, que cuatro mil kilómetros no son nada.
Por eso yo espero, sentada, espero de pie, espero entre tus materias, entre artículos imposibles, y me desespero...
Y ¿te imaginas que desapareciese todo?, que las horas no existiesen y que tuviesemos todo el tiempo del mundo para amarnos, todo el tiempo del mundo para desnudarte, seguir aprendiendo de tí, dejar que se me iluminen los ojos cuando pronuncio tu nombre, que se ensordezcan mis sentidos y que solo estemos tú y yo.
Pero no, hoy la música puesta bien alta, para abrirme boca... Hoy, escribo cuentos para no dormir y es el insomnio el que me acecha en noches en las que la ansiedad se me acumula en el estómago pidiendo salir a gritos...
La deriva de mis lagrimas ha acabado en un invierno seco con sonrisas floreciendo tras ese sol que calienta mas de lo debido.
Sí, sigo siendo yo...La niña que se sienta en ese rincón, la que al arquear las cejas te deja ver su interior, la niña de sonrisa pícara y de ojos verdes esperanza...Niña intranquila que sigue esperando que el viento juegue con su pelo mientras la brisa le susurra al oído un quiero más de ti...
En el bolsillo con mi lista de sueños perdidos que poco a poco recupero. Dibújame un beso de esos de agua que me borre los restos de un naufragio del pasado.
Y es que hoy tengo ganas de ti...de ti...
Hoy es el día de mi vida, uno de esos días en los que al abrir la ventana en el frío Madrid puedo notar el olor del Mediterráneo que baña nuestra playa,
Hoy es uno de esos días que por más que levante la cabeza ella se empeña en caminar conmigo agachada... Los días de lluvia que pasan azotan este pequeño rinconcito en el que he creado una fortaleza y no entra ni Dios...
Hoy es uno de esos días en los que el horóscopo me recomienda subir esta montaña, y hoy es uno de esos días en los que me arrancaría el corazón a mordiscos mientras toco la guitarra escondida tras los reflejos de la luna en mi pelo...
Hoy es uno de esos días en que te pienso sin recordarte, en el que me tumbaría sobre tu ombligo a ver pasar las horas mientras me cantas la canción que un día escribimos en mis sueños usando las onomatopeyas que salían de una pasión incontrolada...
Hoy es uno de esos días en los que la cabeza me da vueltas, se me nubla el pensamiento y solo consigo imaginar tu cuerpo desnudo en tantos fotogramas colgados por mi pared que se me acelera el corazón y me falta el aliento...
Hoy es uno de esos días en que la oscuridad y tan solo la luz de una vela predomina en mi mente...
Y ya ves, hoy es solo que hoy es uno de esos días en los que desearía tenerte...