18 de julio de 2010

Querido Diario: Lo mejor de todo...[Día 155]

Todos estos meses han sido una locura, hace ya un año y medio que cogí la maleta y volé lejos de la ciudad que me ha acogido durante mi infancia y juventud, me enfrenté a todos los miedos y sola encontré una nueva vida, fue un gran salto pero el más grande de todos vino hace ya casi 5 meses cuando te conocí a tuí. Tú que apareciste cuando todo parecía que seiba a acabar, cuando la suerte no me miraba a los ojos, cuando de repente contigo trajiste sonrisas y mañanas vagas en la cama, llegó contigo la oportunidad, la loteria de encontrar una nueva carrera.

Él, tiene nombre y bonita sonrisa, tiene labios que son como una droga, sus ojos azules como el cielo y el mar de Cadiz son trasparentes, espejo de su alma que muestra inocente e infantil, es sabio y sabe de pasado, presente y futuro, aprende con torpeza mi idioma y con sutil dulzura utiliza palabras que tiene aprendidas.

Él me cogió de la mano el uno de marzo y aún no me la ha soltado. Es dulce y no empalaga, es el postre perfecto, es como la cancion que nunca te cansas de oir y siempre tiene la palabra perfecta en los dias en que es mejor ni levantarse de la cama, sabe hacerme olvidar que mi mundo esta dividido que soy de ninguna parte y que estoy empezando a olvidar mi nombre.
Siempre Él, que me encontró, me rescató.

Si la felicidad está hecha de pequeñas cosas creo que la he encontrado, me emudece, me ha dejado ciega. Me siento como una adolescente, tonterias de la vida el tiempo se para cuando estoy con él y cuando no esta cerca se me hace interminable.

Ahora juntos construimos el nuevo futuro, que pronto cambiará, algo que tenemos en mente, que queremos compartir, como todo poco a poco y en pequeñas cosas.
Nuestras primeras vacaciones juntos, lejos de aqui, de los muros que se intentan interponer entre nosotros, de los vientos que no siempre nos soplan a favor...y despues de eso nuestro propio rincón, donde escondernos, donde querernos poco a poco, donde disfrutar del regalo que nos han dejado vivir.

Solos tú y yo, siempre.